México, D.F. / Abril 16.-
Escuchar “Poli” transformó su rostro en desprecio por lo guinda y blanco; sus palabras explicaban todo el odio deportivo que un universitario puede sentir hacia el máximo rival deportivo de la UNAM.
El portero universitario Alejandro Palacios quiere ganar el domingo próximo a Querétaro y después mandar arrumbar el trofeo conmemorativo del Instituto Politécnico Nacional (IPN) por sus 75 años de vida, que se entregará al triunfador de cada partido de la jornada 15, en la parte de atrás de las vitrinas de los Pumas.
“Yo ni lo quiero tocar”, aclara el guardameta de los felinos.
El “Pikolín” portero estudia Derecho en la UNAM, se siente orgulloso de pertenecer a la institución azul y oro, pero aún más de la animadversión en el terreno de los deportes que hay entre las principales escuelas de educación superior.
“Qué te digo, no son los colores partidarios de la Universidad Nacional, es el antagónico de la máxima casa de estudios, que es el Politécnico”, aseveró.
Por eso, de obtener el galardón con un triunfo ante Querétaro en el estadio de CU, prefiere dejarlo en un sitio recóndito de los anaqueles felinos, porque Palacios considera que existe un encono histórico de entre estas escuelas.
“Hay una gran rivalidad en cuanto a instituciones académica y deportivamente con el Politécnico, ahora sí que esos colores no son aceptados en la UNAM”, sostiene.
Por otra parte, Palacios manifestó que es necesario cambiar los horarios de los partidos del mediodía, debido al intenso calor que merma el espectáculo.
“El calor es fuerte y disminuye la capacidad física de los jugadores entonces si también están buscando un mejor espectáculo, pueden cambiar de horario. No sé, son cosas que se tienen que estar analizando; no sé si ahora para Liguilla pero se tiene que pensar”, consideró.
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