Cd. de México.-
El Papa Francisco firmó un documento que prohíbe la dispersión de las cenizas en el aire, en la tierra o en el agua o la conversión de las cenizas en recuerdos conmemorativos, en piezas de joyería o en otros artículos mantenerlas en casa”.
A pesar de que la Iglesia católica sigue prefiriendo enterrar a los muertos, pero en el caso de que –por razones higiénicas o por la voluntad expresa del finado—se optase por la cremación, prohíbe desde hoy que las cenizas sean esparcidas, divididas entre los familiares o conservadas en casa, según un documento redactado por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Esta organización justifica la elaboración de un documento así de drástico como reacción a las nuevas prácticas en la sepultura y en la cremación “contrarias a la fe de la Iglesia católica”.
Y va más allá: “En el caso de que el difunto hubiera sido sometido a la cremación y la dispersión de sus cenizas en la naturaleza por razones contrarias a la fe cristiana, se le ha de negar el funeral”.
Asimismo el escrito señala que para la Iglesia, “la conservación de las cenizas en un lugar sagrado ayuda a reducir el riesgo de apartar a los difuntos de la oración”. Además, “se evita la posibilidad de olvido, falta de respeto y malos tratos, que pueden sobrevenir sobre todo una vez pasada la primera generación, así como prácticas inconvenientes o supersticiosas”.
Y añade: “Los muertos no son propiedad de los familiares, son hijos de Dios, forman parte de Dios y esperan en un campo santo su resurrección”.
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