Cd. de México.-
Hace 17 años que Woody Allen fue dirigido por un mexicano, quien le confirió el papel de un hombre que destaza a su esposa y esparce los restos en el desierto.
Woody llegaba con dos premios Oscar a cuestas, una de ellas como director (Annie Hall) y una decena de nominaciones, pero sin dudarlo, se puso a las órdenes del cineasta Alfonso Arau (Como agua para chocolate) en la cinta “Picking of the pieces” (Cachitos picantes).
“Le decía: llegas aquí, caminas hasta aquí y después los diálogos los improvisas, porque yo sabía que era bueno para eso”, relata Arau.
“Yo echaba a perder el sonido muchas veces porque es un absoluto genio y me hacía reir mucho”, agrega.
La película nunca llegó a salas mexicanas debido al desinterés por parte de exhibidoras y distribuidoras, acusa el realizador.
Pero en septiembre, merced a una retrospectiva en Cineteca Nacional, se verá esa y otras tres cintas dirigidas por Arau que jamás arribaron, como “L’imbroglio nel lenzuolo” y “The magnificent Ambersons”, basada en un guión de Orson Welles. “Ahí podrán verse, por fin”, exclama feliz Arau.
La tarde del miércoles el cineasta fue protagonista de una charla en Cineteca sobre el humor en el cine, teniendo como eje sus películas “El águila descalza” y “Calzontzin inspector”.
Con nuevos filmes. La vida de José Hernández, primer astronauta méxico-americano que estuvo en misión espacial y una serie sobre la conquista de México, están en la cartera del director y actor. A sus 84 años de edad, sigue luchando por dirigir.
“Van muy bien (los proyectos), pero ya saben, es difícil y más la serie, porque son tres programas y valen mucho dinero, y no importa quién eres o qué has hecho, cuesta trabajo levantar algo siempre. Principalmente estoy buscando dinero allá en (EU), porque aquí realmente no hay una cultura de invertir en cine”, recalca Arau.
Lo que es un hecho es el lanzamiento de la comedia “Malacopa”, su más reciente cinta como actor. En ella interpreta al papá del protagonista (Luis Arrieta), bajo la dirección de Armando Casas.