Cd. de México.-
Hace 16 años, durante el rodaje de “Y tu mamá también”, el realizador Alfonso Cuarón le decía a Diego Luna que un actor no debía estar preguntando tantas cosas en el set.
Por ese entonces, el histrión tenía al lado de Gael García Bernal su primer protagónico en cine y no había día que no cuestionara a todos.
“Alfonso me decía: ya deja de estarnos chingando y dirige la tuya (película)”, recuerda Diego entre risas, a 15 años exactos de haber estrenado el filme nominado al Oscar.
Eran los albores del 2000 y el tres veces ganador del Oscar, el cinefotógrafo Emmanuel Lubezki y el nominado a dicho premio, el especialista en sonido José Antonio García, le decían que pronto se pondría tras la cámara.
Un sexenio después, Luna que aún conserva el mote de “charolastra” por “Y tu mamá también”, dirigió el documental “JC Chávez” y tres años más tarde, haría la ficción “Abel”.
Y el mes próximo estrena en salas “Sr. Pig”, donde un hombre mayor (Danny Glover) acompañado de un cerdo, viaja a México buscando a su hija.
“Ahora El Tiburón (García), Alfonso, otros más, son los primeros que ven mis películas cuando aún pueden editarse”, comenta el histrión.
– ¿Cambia la percepción hacia ti siendo director y actor?
– Sí cambia, desde que se abren puertas que no abrirían para un director que nadie conoce, hasta convencer a la gente de que sí eres director, luego de colocarte en el anaquel actores.
Y el actor sabe que estás pensando en él y es rico no tener que sobreexplicar las cosas, si le digo que me de unos segundos para resolver algo grave, entiende que va a venir su momento; si es otro director lo que hace es no voltear a apagar el fuego y habla con los actores porque hay esa sensación de que debe mantenerlos en una burbuja.
– Dice Gael García Bernal que ya por las canas no puede seguir siendo charolastra ¿te pasa lo mismo?
– ¡Pero si Alfonso ya tenía canas cuando era charolastra y él era el más charolastra de todos! (risas). Por ‘Y tu mamá también’, que me dio mucho, empecé a buscar cosas en todo lo que hacía con mi trabajo, como tomar riesgos y una necesidad de reinventarme siempre.
– Alfonso Cuarón se autocalifica como un bracero de lujo ¿tú?
– Más bien me siento parte de una generación que entendió que el cine no tiene una nacionalidad, sino al revés, busca la pluralidad y diversidad en su contenido que lo enriquece.
La historia tiene una nacionalidad, un contexto, un espacio, pero después quien la cuenta y el equipo, es de digerir, ver que uno no solo viene de donde nació, sino de dónde son los referentes que se tienen.