Toluca, Edomex. / Abril 14.-
Ni siquiera la mismísima cola del diablo puede frenar el luminoso cierre de Chivas en el Clausura 2011. Una vez más la figura de Luis Ernesto Michel impulsa al Guadalajara a la victoria, la cuarta en forma consecutiva, para desactivar al Toluca de zona de calificación y, de pasadita, mantener a las Águilas dentro, luego de ofrecer un choque espectacular que los pingos no merecían perder 2-1.
“Uno trata de hacer bien su trabajo, fue un partido complicado porque la cancha no ayudó mucho. Traté de resolver cada jugada y estoy satisfecho”, explica el guardameta rojiblanco.
Armado de inicio hasta los dientes, el Chiverío recurre al lapsus de talento que vive Marco Fabián, quien aparece en el once titular luego de aportar dos anotaciones en el Clásico Nacional. Apagado, “El Cubo” Erick Torres desaparece, aislado, ante el hambre del demonio, que vuelve a tener en Antonio Naelson “Sinha” al orquestador que necesita para desequilibrar a la zaga mejor plantada, sólo que los guantes del meta salvan al Guadalajara.
El Rebaño se adapta a la tormenta y pronto se hace del balón. En pleno remolino, los intentos rojiblancos complican a Alfredo Talavera. En esa tarea, el Guadalajara organiza una peligrosa descolgada y consigue el primer gol del encuentro a los 12 minutos. Luego de que Patricio Araujo le roba un balón a “Sinha”, el cuadro de casa queda mal parado. En la escapada, Omar Arellano lanza el centro por la banda derecha en busca del “Cubo” Torres o del “Venado” Alberto Medina. El balón es desviado y pasa de largo para el arribo de Marco Fabián, quien recepciona con buena técnica y fusila, gracias al brinco que el esférico le da al meta choricero.
La banda tapatía se deja sentir en las tribunas del inmueble toluqueño, más la inmediata reacción de la tropa roja equilibra las acciones. Al 14, Emanuel Cerda descubre un hueco por derecha y sin titubear dispara cruzado para vencer el lance de Luis Ernesto Michel.
El 1-1 prende a la afición y los endemoniados terminan por hacerse de la posesión del esférico. Aunque para ello sortean algunos sustos.
En cuanto cesa la tormenta, los Diablos acorralan a Chivas. Al 36, Luis Carlos Arias proyecta un bombazo que apenas desvía Michel; en el cobro del corner, Arias pone el balón en la cabeza de Diego Novaretti, mas su testarazo le queda al meta visitante. Una más pasa por los pies de Carlos Esquivel (38), quien recorta a Xavi Báez y obliga a la espectacular estirada de Michel.
En la agonía del lapso inicial, Michel salva tras un bombazo de Esquivel. En la recuperación Cerda toca para “Sinha”, quien convierte, pero el silbante invalida por off side que no es protestado. Y al 43, “Sinha” hace una magnífica maniobra al sacudirse al “Venado” y luego puntea el balón, que travieso se pasea ante el taladrado Michel, sólo que lentamente termina por salir cerca del poste contrario, sin que nadie la empuje.
El complemento es igual de intenso. La magia de “Sinha” localiza a Arias (53), quien en mano a mano con Michel pierde la batalla, lo que motiva al coro de “¡portero, portero!”, no sin antes salir sacudido tras el choque con el atacante.
De vuelta, un cabezazo de Novaretti es contenido por las manos de Michel (60), así como el bombazo de Cerda, en contragolpe, desviado por las uñas del inspirado arquero rojiblanco (63).
La figura de Luis Ernesto crece con los minutos y se intensifica el bombardeo rojo. Se anticipa a otra escapada de Cerda y luego observa con angustia el cabezazo desviado de Dueñas.
El golazo del reynosense Báez (68’), al disparar de media distancia y colocar el balón en el ángulo superior izquierdo de Talavera, le da un respirito a los tapatíos. “Recuerdo que marco me la dio, le iba a regresar la pared, pero como la marca se fue con él, entonces me tocó la portería de frente y sin pensarlo tiré”.
A partir de entonces, el grito de “¡Chivas, Chivas!” y los “¡oles!” cimbran el estadio “Nemesio Díez”.
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