Guadalajara, Jal. / Feb. 26.-
Fiesta en el Jalisco, carnaval con goles y sonrisas que hace un par de partidos no aparecían. Una noche rojiblanca por donde se le busque.
Las Chivas han reaccionado a los dos partidos sin victoria en el torneo local con una goleada (6-2) sobre el Everton de Chile en la Copa Libertadores. El triunfo levantará el ánimo entre los tapatíos quienes el sábado se medirán al líder general del Clausura, el Pachuca.
El estratega del chiverío, Efraín Flores ha descansado luego del agarrón que se puso con el dueño del equipo, Jorge Vergara, quien ayer brincó como un chiquillo con cada gol que marcaron sus hombres.
Fue una noche redonda para los rojiblancos, en la que se conjuntaron la necesidad de los locales por demostrarle a su jefe y afición que no hay necesidad de hacer de un par de derrota una crisis, y las debilidades del conjunto chileno, que nunca le agarró el ritmo a los mexicanos, quienes se dieron un festín para adueñarse del primer lugar de grupo.
“Esta vez hubo contundencia y el equipo está en el mejor nivel, pero hay que tomarlo con humildad y pensar ahora en la liga, para enfrentar al Pachuca. La idea fue salir en busca del gol y se logró pronto. Eso ayudó a la confianza del grupo”, comentó Alberto Medina, uno de los más participativos al ataque, con un gol y el desequilibrio necesario para romper el poco orden con el que inició el Everton.
Sergio Ponce inició el maratón de goles al minuto 17, luego de las fallas en la marca. Desorientados por el dominio local, los chilenos le perdieron el tiempo al balón, permitiendo que los rojiblancos manejaran cada sector de la cancha sin encontrar muralla alguna. Ramón Morales (22’) incrementó la ventaja vía penalti.
Las Chivas cerraron la primera mitad del partido con otros dos tantos en cuestión de cuatro minutos. Alberto Medina (32’) y Marco Fabián (36’) fueron los encargados de poner las cosas 4-0, caminando.
El exceso de confianza sacudió el futbol del chiverío y abrió algo de esperanza a los chilenos. Roberto Gutiérrez (50’) y Ezequiel Miralles (52’ de penalti), acercaron al conjunto visitante. La fiesta tapatío perdió brillo por algunos minutos. El recuerdo de los sucedido con Lanús en Buenos Aires estremeció las tribunas del Jalisco.
La calma, primero por supuesto, y de nuevo el carnaval, surgieron desde la banca de Flores.
El estratega rojiblanco dio ingreso a Francisco Mendoza, Javier Hernández y Jared Borgetti. De estos tres, fue el Chicharito, quien dio mejores resultados, aún cuando de inicio se perdió un par de goles. Hernández marcó (77’ y 86’), los tantos definitivos y la alegría volvió. Ahora viene la liga, el Pachuca, otra prueba para Flores y compañía.
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