Tuxtla Gutiérrez, Chiapas / Abril 3.-
Sumido en la lúgubre banca, resignado, con la frustración marcada en el rostro, Guillermo Vázquez ni se inmutó con el fortuito gol marcado por Fernando Espinosa (77). El entrenador de los Pumas sabía que todo estaba perdido.
Su equipo había regalado los primeros 45 minutos, suficientes para sentenciar el encuentro en el que perdieron el inmaculado paso.
Severo golpe de realidad para un conjunto que levitó en la bóveda celestial durante 11 jornadas y enésima demostración de la mediocridad, disfrazada de paridad, que caracteriza a una Liga en la cualquiera puede imponerse al adversario que sea.
El desplegado jaguar volvió a ser profético. Los felinos universitarios fueron desgarrados por un rival que aprovechó la lentitud de los tres zagueros centrales visitantes. Darío Verón pareció un impostor, sobre todo cuando tuvo que realizar las coberturas para apoyar a Marco Antonio Palacios y Efraín Velarde.
El hasta hoy último lugar de la clasificación le pegó al poderoso líder (3-1) con un futbol práctico, en el que la rapidez de los volantes fue clave para llegar a la portería puma.
Christian Valdez lo demostró con el mágico pase a Antonio Salazar. “El Hulk” es titular debido a la lesión de Jackson Martínez y el bajón de juego sufrido por Antonio Pedroza, pero demostró que puede cargar con la ofensiva.
Definió como consagrado (18), pese a que sólo tenía tres anotaciones en la Primera División.
La jugada rompió el duelo. Los locales se inspiraron, al tiempo que los capitalinos perdieron el orden y explosividad que todavía los tienen encumbrados en la cima general.
David Cabrera e Israel Castro fueron maniatados, yugo que también padeció Javier Cortés. El chico sensación de los Pumas se ocupó más en contener a Jorge Rodríguez que en atacar.
Martín Bravo se sacrificó, apoyó en la recuperación de la pelota. Esfuerzo estéril. La calurosa tarde perteneció a José Guadalupe Cruz y sus dirigidos.
Salazar brilló como ninguno. Además del otro gol que marcó (25), su movilidad desquició a la tercia de centrales pumas, cuyo nerviosismo aumentó debido a la poca seguridad que les transmitió Alejandro Palacios.
El meta pudo hacer más en el segundo tanto del “Hulk”, pero se ganó los reclamos de sus compañeros al intentar adivinar la ejecución de tiro libre por parte de Édgar Andrade (33).
En poco más de media hora, el puntero del campeonato fue exhibido por el sotanero. Los rostros desencajados de los visitantes eran la mejor prueba de lo que sucedía en la cancha.
Los futbolistas del Profe sabían que el partido estaba finiquitado, así es que desaceleraron. Optaron por sobrellevar la hora que faltaba, mientras que los Pumas intentaron reponerse de los tres mazazos recibidos.
Enseñaron ímpetu en el complemento, aunque nunca hicieron sufrir a los Jaguares, ni siquiera con la anotación que Jorge Villalpando y Hugo Sánchez Guerrero les “regalaron”.
Memo Vázquez estaba consciente de que ese gol sólo sirvió para maquillar el resultado. El partido se volvió inalcanzable para el todavía líder general desde el primer tiempo. La racha de imbatibilidad era historia, al igual que la solvencia de unos Pumas que fueron zarandeados en la selva.
Discussion about this post