En Reynosa se realizará un panel de discusión sobre turismo médico, organizado por la oficina de Turismo del gobierno del estado y la oficina municipal.
Vienen expositores de todo el continente con temas variados, la cita es del 5 al 7 de noviembre en el Centro Cultural de Reynosa. La idea es expresar este mecanismo de salud, para quienes dan y reciben estos beneficios.
Nuestra ciudad siempre se ha caracterizado por ejercer este servicio, destruido por un pleito inentendible, porque al final de los cuentos nadie sabe ni cómo empezó.
Mucho menos sabemos quién lo inició- aunque se sepa- tampoco sabemos cómo terminará esta inútil guerra, cuando muchos han externado hasta la saciedad que las casas se limpian de “dentro hacia afuera” no de afuera adentro, como se hace hasta ahora, tal vez es más doloroso, pero… como ya no se hizo así, nada vale comentarlo.
Mencionaba que en Reynosa sus médicos siempre vivimos de ese turismo médico, con paisanos que cruzan el río Bravo en aras de un mejor destino, en esta tierra encuentran afecto, buen servicio y mejores precios, que en el vecino país.
Esto me recuerda, las críticas de que ha sido objeto el presidente municipal de Reynosa, José Elías Leal, por las modificaciones de la Plaza Principal, por haber tirado algunos palos casi secos e infestados.
Hágame el favor, sin embargo por los planos expuestos al público, elevará de golpe a Reynosa al primer mundo y hará renacer el centro antiguo de la ciudad, permitirá que quienes están fuera, regresen al comercio organizado, cubierto hoy por una serie de negocios que en nada favorecen los ingresos municipales.
Ellos, los comerciantes, sabrán valorar el esfuerzo realizado por el munícipe, que apoya ese desarrollo benéfico a todas luces, pues muchos –los retrógrados- siempre quieren detener el progreso y no ven delante de su nariz lo que significa transformar. Se repite entonces lo que muchos autores citan, todo está en constante transformación, nadie puede hacer nada por evitarlo.
El Centro antiguo de Reynosa de siempre, ha sido motor para el crecimiento y transformación de la ciudad, ello generó lo que hoy es nuestra ciudad a pesar de todos sus pesares.
Nos guste o no, veámosle comercialmente, repercute en el bolsillo de todos nosotros, aunque se siente la ausencia del billete verde que nuestros paisanos traían: médicos, restauranteros, comerciantes, boleros, bares, etcétera.
Hay una gama de personas quienes vivíamos de esa paisanada, hoy esquiva y temerosa por lo que aquí ocurre, los mismos chicos malos, deben sentir esa ausencia, que no se midió, que no fue valorada.
Hoy tanto los gobiernos municipales y estatales buscan con esfuerzo hacerlos regresar, es un buen propósito sin duda, más habrá que contemplarlo desde adentro, de todos aquellos que vendemos algo, que ofrecen precios competitivos, buena calidad e inmejorable servicio.
Colaboremos asistiendo, que acudan escuelas superiores, para que desde ya entiendan este proceso que requieren todas las ciudades del mundo, para que se enteren que solos no la hacemos, que el mundo global que vivimos todos dependemos de todos.
Que las guerras a balazos no conducen a nada, que se requiere el poder de la negociación, si negociación para prosperar, el mundo que vivimos es capitalista y la inteligencia es la que cuenta, no el poder de la fuerza bruta.
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