Después de una larga jornada de working hard for the money, nada como llegar a la casa a descansar en my sweet home. Pero apenas pego una pestañita y empieza a llegar por la ventana de mi cuarto un olorcito a humito. ¡Ya se me ahumó la ropa, man!
En la casa mi esposa Rosa María es algo obsesiva con la limpieza, por lo que “de nada sirvió haber lavado tanto ¿eh?”, porque todo lo colgado recoge la humareda del vecino. Ni modo, a washear de nuevo todo.
Aquí en Reynosaville mi vecino saca su asador de rueditas a la cochera y sin decir agua va, empieza a prender el carbón, luego put the meat on the grill pa’ disponerse a asar sus t-bones o arracheras, disfrutar entre familia y amigos.
Los buenos cortes se venden en caja en carnicerías de tradición como Carnes Marín y El Mezquite, van con tortillas, totopos y salsitas, aunque la verdad en HEB ya les hacen la competencia. Esta última supertienda hasta pone en video sus recetas, como para que la raza se anime.
-¡Sólo con sal! ¡no la eche a perder con el condimento del Treviño!
No tiene nada de malo hacer una carnita asada, poner a helar las beers para disfrute de la casa. Pero… ¿cada semana?
Como estamos en Reynosa con casitas tan chiquitas, es como si estuvieras haciendo el asado en tu propia casa.
-¡No seas tan quejoso, debes de ver las cosas más amables! ¡Qué te pasa pariente!
Bueno, todo se soluciona cerrando las ventanas… casi.
Hasta ahí está bien. ¡Pero que pongan las canciones de banda una y otra vez! ¡That´s crazy man!
Con las cheves y la carnita no puede faltar la música.
-¿Y a mí qué compa? Aquí en la frontera cualquiera puede hacer una party a la hora que quiera, sin pensar en los vecinos.
Rentan unas consolas de kareoke y espérese ¡hay que aguantar a los desfinados!
No sé si sepa, pero en ciudades como Monterrey y Guadalupe, los vecinos pueden quejarse por el escandalazo del neighbor. La policía de allá (que allá sí hay, la verdad) acuden a cualquier hora de la madrugada, para aplacar a los latosos.
Para esos ruidosos, según esto en Reynosaville se aplican multas de hasta 10 a 50 salarios mínimos, según la hora de la madrugada.
Le diré aquí que muchas veces he dormido con tapones en los oídos y con el clima puesto y ni así acabo de conciliar el sueño. ¿Me tomo un té de tila, vieja?
En este rubro Pepe Elías debería agregar un artículo sobre los perros latosos de los vecinos, que no se callan en toda la noche. Esos neighbors gachos que dejan ladre y ladre a su perrillo, acá el pueblo está lleno de gatos (de los que maúllan) y no tienen na’ de consideration.
Me ha tocado no dormir en all night long, porque dejan los perritos en las cocheras y se la pasan ladre y ladre. ¿Dónde está la conciencia vecino?
Usté puede watchear el Reglamento de Policía y Buen Gobierno en el sitio web de Reynosa en el capítulo II “De las faltas del buen gobierno”.
Sólo para recordársela y no es mentada, no malpiense compa.
ARTÍCULO 18.- Son faltas al orden público, las siguientes:
I.- Perturbar el orden o escandalizar en lugares públicos.
II.- Utilizar aparatos de sonido o instrumentes que produzcan ruido a nivel que cause molestias a vecinos.
¿Pero ahora quién podrá defendernos?
Y mire, tell me si ‘toy mal o no.
También hay un Reglamento de Tránsito en Reynosa. El artículo 46 cita no hacer ruido excesivo, hay una multa de 10 salarios mínimos.
Eso porque no falta el vecino que saque su troca tipo Monster con el sonido a todo lo que da.
Un artículo anterior, el forty five prohíbe tirar basura desde el interior del vehículo, con 20 salarios mínimos.
– Oites Chencha, ya no tires los elotes comidos por la ventana del micro…
– Ya lo sé Ignacia, pero ni modo que lo traiga cargando ¡en mi regazo!
Pero bueno, estamos hablando del humo. La gente aparte de la carnita, quema de todo: carne, papeles y hasta llantas.
En los ejidos, como en cualquier casa de vecino, quema de todito, días tras día la ciudad amanece brumosa y no es que esté entrando el frente frío número veintitantos.
Y que ¿a esto también le vamos a echar la culpa al gobierno? Es a la gente que lo hace, pero también “tiene la culpa el compadre, como el que lo hace de indio”.
Si no hay multas para los infractores por quemar basura o tirar basura en las calles, por ser escandalosos y no respetar al compa de al lado, esta frontera será siempre y seguirá así.
Por algo le dicen a la ciudad en el otro lado, Reynorancho.
Mientras no haya vecinos que respeten a la tranquilidad de los demás, seguirán las cosas así de same forever.
-So what? ¿A poco a usté si quiere a Reynosa?
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