Para que la marca independiente en las elecciones de Nuevo León en 2018 sea garantía de triunfo, deberá pasar lo siguiente:
* Que el gobernador Jaime Rodríguez Calderón lleve a la cárcel a alguno de los Medina: el hijo o su papá, algo que cada vez parece menos probable. Pues cualquier pez chico vestido de uniforme color zanahoria del Topo Chico en nada ayudará a la causa. Al contrario, los chivos expiatorios perjudican más que ayudar.
* Que “El Bronco” desista en buscar la presidencia de la República y tome decisiones relevantes que impacten la opinión pública, pero sobre todo, que devuelvan la confianza de que el voto depositado en las urnas en junio de 2015 valió la pena.
* Que sacuda el árbol de sus principales colaboradores sin importar compromisos, los cuales caducaron al cumplirse el primer año de gestión. Y se queden los que estén dando resultados, y se vayan los que estorban al proyecto.
* Nadie cuestiona que un grupo apostó tres o cuatro años antes de que “El Bronco” haría historia en el país y solamente ellos toman las decisiones de cómo gobernar.
Sin embargo, no hay que olvidar que los ciudadanos son los jueces que aprueban o desaprueban cuando el cantante entona o desentona en el concurso.
* No hay que olvidar que el primer gobierno independiente en Nuevo León no lleva ni año y medio al frente, y que había mucho qué arreglar. La casa estaba muy sucia, pero también cuenta el calendario en la pared que avanza, avanza… y avanza. Y no tiene vuelta de hoja.