En el 2010, el ex titular de la Agencia Ambiental, SALVADOR TREVIÑO GARZA consideraba al parque eólico de Los Vergeles como uno de los proyectos prioritarios del sexenio pasado y apostaba todo a su favor, con un argumento de gran peso como es la generación de energía limpia.
El parque eólico de Los Vergeles generaría de 160 mega watts producidos por 70 aerogeneradores que abastecerían el alumbrado público en los 43 municipios. Era un negocio redondo, se decía que era uno de los principales negocios sexenales, pero finalmente se vino abajo en el 2012 la Seduma lo dio por terminado, pues decían estaba mal concebido.
El proyecto se canceló, curiosamente por los mismos funcionarios que en el pasado impulsaron su construcción.
El ex Secretario MORELOS CANSECO GÓMEZ criticaba el proyecto que algunos integrantes del equipo de HOMERO DE LA GARZA TAMEZ intentaban vender como era la instalación del parque eólico, pues aseguraba que lo mal comienza mal acaba.
MORELOS se refería a la caída de una de las enormes aspas del papalote que instalaron en el exterior del parque Bicentenario.
Hoy recibimos un correo electrónico, exponiendo una serie de hecho que reproducimos a continuación:
“Quiero poner en conocimiento de una situación que ocurre en Tamaulipas, en el denominado “Parque Eólico Tres Mesas”, mismo que han referido como la subestación eólica más grande del país. Esta obra se desarrolla en Llera, Tamaulipas.
La empresa ABENGOA es una compañía internacional que aplica soluciones tecnológicas innovadoras para el desarrollo sostenible en los sectores de energía y medioambiente, generando electricidad a partir de recursos renovables, transformando biomasa en biocombustibles o produciendo agua potable a partir del agua de mar. La empresa decidió invertir la cantidad de 120 millones de dólares, el gobierno estatal lo promovió considerando oportunidades de empleo para más de 1200 trabajadores del ramo de la construcción.
A través de la subcontratación de empresas locales, en mayo se dio el arranque de la obra dividida en 3 fases, proyectada a 10 años. Cerca de mil trabajadores de los alrededores, empezaron a prestar sus servicios, a través de las empresas subcontratadas, mismas que han financiado el pago semanal correspondiente a cada trabajador. El problema que se presenta es que la empresa ABENGOA, de manera irresponsable, se niega a expedir el primer pago pactado, que en la firma de contrato se establece se realizaría en la primera semana de agosto.
Durante estos cuatro meses de trabajo, las empresas locales han absorbido los gastos de operación, nóminas, renta de equipo y compra de materiales, mientras que la empresa ABENGOA.
En Tamaulipas empresas como ABENGOA aprovechan la coyuntura y toman ventaja al servirse del trabajo que realizan los tamaulipecos, sin ofrecer más que promesas a cambio, el gobierno estatal que debería tomar cartas en el asunto, simplemente decide hacerse de la “vista gorda”, para no exigir a esta empresa cumpla con los compromisos adquiridos.
Las inversiones de empresas foráneas, las aplauden, las exhiben y las promueven, pero a cambio, sacrifican a miles de trabajadores que dedican su esfuerzo diario y su trabajo para alimentar a sus familias. Esto, muy a pesar de las condiciones de inseguridad que prevalecen en el estado”.
Hasta aquí la carta que presagia el fracaso de otro proyecto de energía eólica. Los mismos promotores, mismos resultados. Los despidos son cosa de todos los días en Las Tres Mesas.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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