El gobierno federal había anunciado en agosto que se iniciaría un plan para disminuir el alto índice de homicidios en 50 ciudades del país, entre ellas Nuevo Laredo y Ciudad Victoria, tras cinco meses el silencio respecto a las acciones y sus alcances es lo que más resalta.
En un largo estudio publicado este lunes por el portal Animal Político y tras solicitar información acerca de los resultados de este plan mediante transparencia “no se detallan indicadores ni plazos relacionados con esta estrategia” en la que se tiene contemplado desplegar una fuerza de reacción inmediata mixta conformada por elementos de distintas corporaciones y en la cual la segunda acción comprende “mantener una comunicación permanente” para dar seguimiento a la coordinación interinstitucional, así como evaluar los resultados y el tercer punto “es la creación de mesas de trabajo y coordinación en los 20 estados donde se localizan estas 50 ciudades que requieren acciones prioritarias”.
Este medio se dio a la tarea de pedir información en tres dependencias distintas, Presidencia de la República, la Procuraduría General de la República y la Secretaría de Gobernación y en ninguna tenían datos acerca de la estrategia que anunció con bombo y platillo Enrique Peña Nieto, o sea resultó una mentira y un fiasco la “estrategia integral de Atención prioritaria a municipios que concentran el mayor número de homicidios dolosos” para disminuir su peligrosidad.
“Se ha conseguido una ligera tendencia a la baja de los homicidios aunque el nivel sigue siendo muy superior al del último cuatrimestre del 2015”, detalla la información o sea, que seguimos prácticamente atorados en las acciones violentas que no han podido reducirse, en el caso de Tamaulipas es evidente la tendencia a mantener los altos niveles, lo vimos en el mes de enero donde Nuevo Laredo y Ciudad Victoria presentaron altos índices de homicidios dolosos. La capital victorense está clasificada de acuerdo a este trabajo de investigación entre las cuatro más violentas del país.
“… el balance del último cuatrimestre del año dejó un saldo de siete mil 599 averiguaciones por homicidio doloso, que equivalen a un incremento de casi el 30 por ciento de los asesinatos en comparación con el mismo periodo pero del 2015”, indica el portal.
Será que con el descontento por el incremento a las gasolinas y el pleito con Donald Trump, el gobierno federal ha olvidado el compromiso contraido en agosto durante la Cuadragésima Sesión Ordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Pública con los habitantes de los 20 estados incluidos en este plan de trabajo.
Lo que no se vale es faltar a su palabra, Tamaulipas ya no puede con tanto muerto. Un día sí y otro también personas pierden la vida en acciones violentas y nadie hace nada para impedirlo, ni quienes cobran y muy bien por cumplir con esta tarea.
SIGILOSA SE FUE LUCÍA
La ahora ex dirigente priista Lucía Aimé Castillo se fue sigilosamente desde noviembre pasado de la dirigencia del PRI municipal y fue hasta este domingo que tomaron protesta a Ambrosio Ramírez como nuevo presidente del comité municipal.
Para la ex funcionaria federal y estatal su llegada a la dirigencia del priismo victorense fue como su salida, sigilosa, con antecedentes cercanos al panismo, y bajo la protección del ex mandatario tamaulipeco, en realidad Lucía nunca estuvo relacionada con los priistas, ellos la veían como extraña, entendida de que no tenía cabida después de la derrota del PRI a nivel estatal, decidió separarse del cargo sin mayores aspavientos.
Sabedora además que el triunfo de Oscar Almaraz era producto de la gestión que él mismo hizo siendo operador político de trayectoria dentro del tricolor y que su intervención en casi nada contribuyó a mantener la alcaldía para este partido.
Hoy el PRI municipal inicia una nueva etapa sin el primer lugar en preferencia electoral, con camino hacia arriba para convencer a los priistas de raigambre que sí quieren los dirigentes hacer diferente las cosas.
Para Ambrosio Ramírez la oportunidad está ahí, ahora deberá hacer mancuerna que Almaraz quien en estos momentos no ve como posibilidad real pelear la reelección, antes tiene que dar resultados mejorando las condiciones de la ciudad, algo que resulta costoso y difícil por los años de dejadez en que la sumieron las anteriores administraciones priistas precisamente.
Total, a Ambrosio le toca restaurar a su partido, restañar las heridas, pero sin el nombramiento de la nueva dirigencia estatal para hacer equipo las cosas no pintan nada bien y como se percibe, empezarán tarde la lucha por la recuperación de las posiciones perdidas en los municipios en el 2018.
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