Hasta la preparatoria estudié en escuelas públicas, laicas y gratuitas, así las han promovido.
Lo cierto es que recuerdo el pago de cuotas en el kinder, en la escuela primaria. En la secundaria y en preparatoria mis papás tenían que pagar una inscripción, así que viéndolo objetivamente la educación en México, gratuita, gratuita no es.
La única escuela que conozco y donde ahora estoy estudiando, sí es realmente gratuita porque no se paga un cinco por recibir educación, es la Universidad Nacional Autónoma de México.
En esta institución todos los alumnos no erogan un solo peso por recibir clases y como estudiantes no tenemos que pagar ni la credencial que nos acredita como tales. Cuenta además con un número muy grande de profesores cuya preparación es de las mejores en el país y podemos tomar todas las clases que queramos, además de las que nos marcan como obligatorias.
Y qué maravilla, la UNAM es gratuita.
En Tamaulipas los padres de familia tienen que pagar cuotas e inscripciones y mensualidades en todos los niveles educativos, ya sea en la educación preescolar, en la primaria, en la secundaria, en la preparatoria y en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, que se supone es gratuita.
Habrá quien diga y con justa razón que la UNAM es financiada con recursos que provienen de los impuestos de la ciudadanía, efectivamente, pero para entrar a esta institución los candados son difíciles de cumplir, pero no imposibles y quien se propone, logra ingresar.
Ahora, volviendo a las escuelas dizque gratuitas de Tamaulipas solo es cuestión de remontarse a lo que los gobiernos en turno han hecho con la educación, han ido recortando recursos al grado de que no hay dinero para pagar a conserjes y darle mantenimiento a los edificios.
Luego el gobierno de Felipe Calderón tuvo la grandiosa idea de hacer las escuelas de tiempo completo, pero este programa nació incompleto, porque los planteles no cuentan con instalaciones adecuadas para que los estudiantes tomen sus alimentos y lo que es peor, los padres tienen que andar corriendo llevándoles comida o comprando lo que ahí les venden.
Este programa no ha sido transparentado en el uso de los recursos que reciben los estados de la federación lo que ocasiona no solo opacidad, sino discrecionalidad en el manejo del dinero para los comedores.
Al leer por enésima vez que serán sancionados los directivos y maestros que cobran cuotas a los padres de familia, me asalta la pregunta el por qué seguimos dando vueltas en el mismo tema.
Mejor sería empezar a quitar las máscaras, reconocer que la educación básica en México no es gratuita y que la transparencia en la Secretaría de Educación sigue siendo la asignatura pendiente desde que decidieron ponerle la etiqueta de gratuita a la educación de los niños y jóvenes mexicanos.
LISTOS PARA PRECAMPAÑAS
Dice Edgar Melhem que a él pueden esculcarlo si quieren porque no encontrarán nada que contravenga su pre candidature priísta a la diputación federal.
Añade no tener miedo de recorrer su distrito, uno de los más broncos de Tamaulipas por aquello de que hay asentamientos de delincuencia organizada.
Y asegura que recibirá la bendición que pueda ponerlo en el nivel de candidato.
Por su parte Daniel Sampayo decidió guardar silencio y dejar que otros hablen por él respecto a la decisión de retirarlo, (“de retirarse”, dicen que dice él), de la precandidatura del PRI por el distrito IV.
Sampayo guarda prudente silencio, quién sabe qué tanto tiempo aguante callado, si como plantean algunos compañeros columnistas su familia tiene fuertes ligas con el PAN, tal vez ahí habría una respuesta a sus inquietudes de hacer carrera política.
Sampayo forma parte de esas familias tamaulipecas que no tienen puestos los huevos de las gallinas en la misma canasta, otro ejemplo son los Cárdenas.
Buen negocio es ese de la política por lo visto, donde familias completas han hecho su modo de vida ejerciendo esta actividad.
Correo electrónico: derrotero@hotmail.com
Twitter: @derrotero_mx
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