Cuando Tamaulipas tenía líderes sindicales fuertes, esto es, hasta la administración de Carlos Salinas de Gortari en que acabó con casi todos los cacicazgos en el país (porque dejó vivito y coleando el del magisterio), el crimen organizado no era tema de seguridad.
Existía, pero su influencia se limitaba a ciertas áreas donde no afectaran de manera directa a la población.
Al desaparecer por orden presidencial los liderazgos sindicales como el de Joaquín Hernández Galicia en Tampico o Pedro Pérez Ibarra en Nuevo Laredo, esos espacios de control fueron dejados a la deriva.
Así otras fuerzas, ahora sí, mas oscuras que los cacicazgos que existían en esos momentos fueron ocupados por miembros del gobierno de diferentes niveles coludidos con cuerpos de seguridad infiltrados por la delincuencia organizada.
El proceso requirió menos de una década para que todos aquellos puntos en las administraciones municipales y la estatal fueran copados por personas de dudosa reputación que atendían a intereses fuera del ámbito de la legalidad.
Ya no existía ni un Agapito, ni un profesor Pedro, ni un La Quina, que mantuvieran a raya a esos grupos delictivos, nadie los frenó y quien debería de haberlo hecho se alió con ellos dejando a la ciudadanía desprotegida.
Por eso no nos extraña lo que sucede en Tampico donde están secuestrando virtual y físicamente a estudiantes de instituciones privadas, lo que pasa en Reynosa donde el directivo de la UAT fue desaparecido o el cierre de la Universidad Valle de México, mi Universidad donde estudié cuando todavía se llamaba Valle del Bravo, que está amenazada por los delincuentes.
Hacer un somero recuento de lo que sucede en Tamaulipas en materia de seguridad solo es con el objetivo de puntualizarle al senador Emilio Gamboa Patrón que sus declaraciones nos dejan en las mismas.
Vino a Tamaulipas acompañado de un gobernador donde las cosas están tan graves como aquí, César Duarte de Chihuahua sabe lo que significa la inseguridad creciente de manera exponencial.
Las palabras del gobernador chihuahuense de que atenderán en la Conferencia de Gobernadores el asunto de la inseguridad en los municipios son tardías, la infiltración ya dejó muchas heridas entre la población.
Mencionar los tiempos de los cacicazgos que controlaban vidas y haciendas no es disculpar los errores cometidos por esos hombres que eran el poder tras el trono no solo de los alcaldes, sino de los gobernadores en turno.
Lo que intento plantear es que Tamaulipas pasó de un control a otro más violento y sanguinario y ya lleva diez años con ese suplicio, como lo dijo el senador priista.
Por ello las declaraciones de este personaje nos dejan impávidos a los tamaulipecos porque no dice algo que no sepamos y lo peor, admite algo que mantiene sufriendo a la población de todos los niveles económicos y como miembro de un poder en México no nos da una respuesta satisfactoria de solución a esta problemática.
UN PRECANDIDATO IMPENSADO
Le salió contrincante a Yahleel Abdala en Nuevo Laredo porque se registró otro aspirante del que se desconocían sus intenciones, Javier Peña ahora deberá esperar a ver si le aceptan como candidato a la diputación por el distrito Uno.
Ya quedaron también registrados Alejandro Guevara, Edgar Melhem y Esdras Romero. Dejando pendiente la paridad Hombres-Mujeres, entonces le quedan debiendo a una mujer la candidatura priista a las diputaciones federales por mayoría.
En este ambiente político Gustavo Cárdenas anuncia que festejará en grande su cumpleaños, él es de los que aprovechan cualquier descuido para atraer la atención por eso está invitando especialmente a los periodistas para que lo acompañen este domingo.
Ahora tendrá que hacer algo similar Miguel González Salum porque el dirigente del Movimiento Ciudadano no dará tregua de aquí hasta la elección.
Correo electrónico: derrotero@hotmail.com
Twitter: @derrotero_mx
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