Entrevistado el doc Jorge Pérez Santos, dire del Hospital Civil, dijo –palabras más, palabras menos- que este nosocomio no va a cerrar pronto, así hagan uno de tercer nivel en el poniente del rancho, tal y como se la traen de nueva, tanto el alcachofa del ejido, como la secre estatal de Salud. Porque por principio de cuentas -dejó ver el galeno-, tal construcción se llevaría todo el periodo del gobierno estatal. Y sí que tiene razón el médico Pérez.
CÁNDIDO PÉREZ
Y además -agregó en sus propios rollos el médico- este hospital ya lo han “cerrado” infinidad de veces en tantos gobiernos anteriores y ahí sigue el mismo. O sea que se marcharán Rivas y Cabeza del gobierno y el Civil seguirá jalando, amén de que quién sabe si terminen el que dicen sería el nuevo Hospital General en el poniente o norponiente del rancho.
PUNTO PA´L DOC
Como lo haya dicho, gran acierto el de este médico, pues el Civil le daría batería a la medicina pública del Seguro Popular, la cual al día de hoy, según dijo el propio doctor Pérez Santos, tiene como dos mil alumbramientos anuales en el pueblo. En algún lugar tienen que nacer esas criaturas cada año. Segundo punto a favor de Pérez Santos.
VERDE O ROJO
No, no estamos hablando de tamales de pollo, si son colorados o en salsa de tomate de fresadilla, sino del semáforo fiscal en el puente uno, para la raza que viene de a pincelín desde El Gabacho, a puro golpe de calcetín. El personal de Aduana México se sigue pasando de tueste, a la gente que estira una canastilla con rueditas, donde llevan su mandadito, pero no trasladan más de 50 dólares en comestibles, se la siguen haciendo de jamón. A cada rato que cruzamos, nos toca ser testigos de un caso donde el personal de la dependencia, se la hace de tosferina a la gente de Nuevo Laredo.
BIEN CURTIDA LA ÑORA
Ayer de mañanuca, un par de morras de la Aduana, interceptaron, bloqueándole el paso, a una mujer del pueblo, quien llegó a la garita mexicle del puente uno, con su carrito o reja de alambre con llantitas, en el cual se veía (Ya ven que uno ni es chón) que llevaba algo de mandadito, como un paquete de cuatro rollitos de papel del cutis, una caja de cereal, otra de arroz, una bolsita de comida para perro, dos o tres latitas de elotito o de alguna otra tragacha, un frasquito de mayonesa y un medio galón de lechita. Las fiscales se empezaron a poner sabrosas con la mujer de barriada.
EN CUÁNTO CALCULA
Las dos chavas ya macizonas, le inquirieron a la mujer, un tanto más veterana que ellas; “A ver, ayúdenos usted, vamos a calcular cuánto le costaron todas las cositas que trae en su rejita”, le dijeron en un tono entre burla y como si estuvieran tratando con alguien sin sesos. A lo que la señora ciudadana, les contestó a las dos, dejándolas con la boca abierta y sin saber qué responderle; “No vamos a calcular nada, porque estos comestibles me los dio mi mamá que vive en Laredo, Texas, así que no puedo saber cuánto le costó, pero no deben ser ni 30 dólares”. Y acto seguido, se fue la mujer.
NI 50 DÓLARES LLEVABA
Todo mundo sabe que los fronterizos tenemos derecho a pasar 50 dólares de merca (de la permitida), la ñora de barriada no traía más de eso, pero se veía que las chicas maduras de Aduana le querían fastidiar la vida, para hacerla pagar algo de impuestos. Sólo que la ñora se les adelantó y les dejó papando moscas, no supieron qué decirle y la humilde dama siguió su camino hacia la avenida Guerrero.
VA A VALER MAUSSER
No sabemos si le había tocado semáforo fiscal en rojo o en verde a la coterránea, pero lo que sí nos queda muy claro, sobre todo, tras de ver a los demás ciudadanos peatones que pasaban por el lugar, que esto se está poniendo del cocol y que tarde o temprano va a arder Troya. Los empleados de la Aduana se creen Juan Cuerdas, lo que no saben es que la raza, convertida en Juan Pueblo, es mucho más canija.
SE ACABA EL ESCUELÍN
¿Y usted, sabe dónde andan sus hijos? Decimos lo anterior, parafraseando una campaña gubernamental, sólo para recordarles a las Mamis Cuervos y Papis Lobitos, que este ciclo lectivo ya valió perinola oaxaqueña. Y ahora sus críos andarán de patas de perro, hasta muy entrada la noche, de cada día. Total que como padres no dejamos de sufrir por los mocosos.