El ciudadano elector debe ser más inteligente en estos cuatro días que restan de campañas políticas, lo tratarán de desanimar para que no vote, así es la partidocracia; y paradójicamente o de forma irónica, de parte de los mismos partidos o más exacto, de los candidatos de los mismos, también en estos días o el propio domingo 5 de junio, al votante le llegará más de una oferta por su valioso sufragio.
De lo primero, casi estamos seguros que se viene lo peor de las ofensas, creemos que habrá de todo como en botica, claro está que serán puros ataques, defenestraciones, descalificaciones, reprobaciones, ofensas, insultos y demás “linduras” y “descobijes”. No dudamos que mucho de lo que se diga sea total o parcialmente cierto, acerca de este y aquel, de cada uno de los punteros que andan tras un hueso, pues ninguno de ellos, ¡ninguno!, es un San Juan Pablo II (canonizado el 27 abril 2014) o una Santa Madre Teresa de Calcuta (será santificada este 4 de septiembre del presente 2016), todos tienen su respectiva colita que le pisen, su sombra oscura, sus queveres non sanctos.
Ciertos o inventados, falsos o quizá verdaderos sin poderse comprobar, creemos que los candidatos a gobernador, alcalde y diputados locales, se han guardado lo mejorcito de sus investigaciones y de sus creaciones en contra de sus rivales, para dejarles bien fresquecitos al ciudadano elector, lo que sus rivales son, lo que se le atañe y la clase de personas, de políticos y de seres humanos que son.
Pero no hay que desmayar, ni desanimarse como votantes, tenemos que acudir a las urnas, los casi 300 mil ciudadanos locales inscritos en el padrón electoral, pues está el futuro de la ciudad y del Estado en juego.
LA COMPRA DEL VOTO
¿Qué hacer con el voto, aceptar el dinero de los que se acercarán a comprártelo a ti ciudadano elector? Hemos leído mucho acerca de ello, los propios políticos “decentes”, los académicos, los religiosos, el pueblo mismo, en fin, toda la gente coincide en una misma opinión.
Tal conseja es que el pueblo debe aceptar todo el dinero que le sea ofrecido, es una ayuda para la gente que más vota, que es la de la periferia, la del arrabal, la del cinturón de pobreza, los más necesitados, quienes viven en los asentamientos humanos (mucho más aquellos núcleos que son irregulares), las colonias de la lejanía, esas comunidades que requieren de agua potable, drenaje, electrificación, pavimentación, seguridad pública, escuelas, alumbrado y otro mobiliario urbano y servicios públicos.
¡Pero no votar por ellos! Eso también aconseja la gente, pues los billetes que los políticos, que los candidatos, que la gente de los partidos, lo que ofrecen los emisarios que visitan a los precaristas, es dinero del mismo pueblo, robado o escamoteado al ciudadano, para enriquecerse y para utilizarlo precisamente en tiempos electorales, para intentar seguir -esos corruptos y bandidos políticos-, escalando posiciones.
LA CRUZ FALSA
Ciudadano puedes recortar una cruz de papel blanco y pintarla completamente con crayola, marcador o pluma en tono negro, por un lado del recorte, en la otra cara le pones un poco de cinta adhesiva o pegamento leve.
Y el próximo domingo cinco de junio, ya a solas, adentro de la mampara donde sólo tú vas a entrar a sufragar, coloca dicha cruz, sobre puesta en la boleta electoral, encima del logotipo del partido o nombre del candidato que te está comprando tu voto, luego tomas una foto con tu celular, incluso te la acercas a tu sonriente rostro, por si es que te ofrecen una prueba de que sufragaste por ellos.
Después quitas la cruz de papel y entonces sí, ya votas libremente por quien tú quieras, con el color, marcador o lápiz de verdad, pero que esa cruz (voto) no sea para el bandido que actúa incorrectamente comprando votos.
No te sientas mal elector, es tu dinero, caído en manos de pillos y en una ínfima parte, devuelto al pueblo el día de las elecciones.
Lo mismo si te ofrecen una despensa quincenal, mensual o bimestral, igual unas hojas de madera, láminas, costales de cemento, tinacos, varillas, bloques o lo que sea, todo proviene de tus impuestos estimado ciudadano, de lo que le entregas periódicamente al gobierno, al partido en el poder.
¡Así que a votar todo Tamaulipas el próximo domingo!
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